El Emergente. El futuro de Avisail García



La lesión del anzoatiguense causa desilusión, por lo que de él se esperaba esta temporada. Pero todavía está a las puertas de tener un inicio de carrera único, ahora en 2015

Fuente: El Emergente - Ignacio Serrano

Apenas 22 años de edad y tantos sueños por cumplir.
La lesión en el hombro de Avisail García no es el fin de su carrera y los especialistas aseguran que regresará en el tope de sus condiciones, probablemente. Pero ese desgarre que sufrió en el rodete glenoideo, el labrum, posterga el despegue de una carrera que promete ser especial y deja, por tanto, una desilusión difícil de borrar.
El anzoatiguense recibió en propiedad la pradera derecha del US Cellular Field a finales de 2013. Tenía dos jonrones y .820 de OPS en 30 turnos este mes.
Tiene fuerza, contacto, iba a jugar como titular y la mitad del tiempo iba a hacerlo en un estadio volátil, favorable a los batazos de largo metraje. No hay razón para creer que no iba a mantener ese ritmo.

Ahora sólo es posible especular. Pero ¿imaginan qué habría pasado de no lesionarse así? En 500 turnos, de haber mantenido el paso de esta primera semana, proyectaba 33 vuelacercas, justo lo que los scouts y la gerencia de los Medias Blancas esperaban de él.
Allí está uno de los motivos de la desilusión. ¿Saben cuántos toleteros venezolanos no llamados Miguel Cabrera han dado 30 bambinazos a los 23 años de nacido, la edad que cumplirá el anzoatiguense el 12 de junio? Ninguno.
García era candidato a unirse con Cabrera en ese exclusivo club, nada menos. De hecho, el único otro nativo que con esa edad ha logrado una cosecha de al menos 20 cuadrangulares es Pablo Sandoval.
No lo hicieron Antonio Armas, Andrés Galarraga, Bob Abreu, Magglio Ordóñez, Richard Hidalgo ni Carlos González.
“Es una lesión de lamentar en atletas de alta competencia”, indicó el doctor Germán Medina, cuando conversamos con él sobre el percance del oriental.
En Chicago ya lo contaban para la parte medular del lineup, y ciertamente era importante lo que iba a aportar de inmediato. A futuro, sin embargo, también era valioso lo que iba a recabar en esta campaña: con fogueo, roce y maceración se logra esa madurez que es imposible de conseguir en casa o simplemente practicando.
¿Un año perdido? Sí y no. La mayoría de los peloteros llegan a la gran carpa a los 23 años o después, y esa será la edad de García al inicio de la venidera zafra. Lo más urgente, pues, es saber si no perderá condiciones físicas.
“Una vez que se le retire el cabestrillo, unas tres o cuatro semanas después de la operación, comenzará el trabajo físico terapéutico para fortalecer los músculos y recuperar el movimiento”, explicó Medina.
Los Medias Blancas esperan que el jardinero derecho esté de vuelta en el spring training. De ser así, será un impuesto pequeño para el tamaño del susto, reflejado en ese gesto de dolor de García, cuando estaba tendido en la grama y acababa de lastimarse.
“Los pacientes operados del labrum tienen muy buen pronóstico a futuro”, continuó Medina. “No pierden potencia en el funcionamiento de su hombro y suelen recuperar un 98 o 99 por ciento de sus capacidades. Siempre una invasión deja algo de fibrosis, pero es insignificante desde el punto de vista del rendimiento”.
García todavía puede escribir su propia historia en las mayores y hacerlo con letras mayúsculas. Por ejemplo, si en 2015 dispara los 30 jonrones que anhelan en Chicago, obtendrá la membresía de otro club casi tan exclusivo como ese al que podía acceder esta vez.
Únicamente dos venezolanos, Cabrera y CarGo, han soltado 30 cuadrangulares a los 24 años de edad. Estarán aguardando allí por el outfielder de Anaco, ya saludable y en plenitud de condiciones, si se cumplen los pronósticos.
El futuro espera por él.

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